Las ciudades de Escobar y Encarnación fueron escenarios de
un nuevo fenómeno: la crítica ciudadana a esculturas que las autoridades municipales
decidieron levantar sin considerar criterios estéticos. La reprobación popular,
expresada a través de las redes sociales en Internet, obligó a retirar de nuevo
las obras, marcando una inusitada tendencia en esta era de comunicación
digital. A partir de ahora, señores intendentes: si van a erigir estatuas,
tengan en cuenta la opinión ciudadana.
Por Andrés Colmán
Gutiérrez
Antes
todo era más fácil. Si alguna autoridad decidía levantar una estatua o un
monumento en homenaje a algún héroe o alguna heroína de la historia local, en
algún espacio público de la ciudad, simplemente lo hacía.
Probablemente
bastaba con obtener el aval de algún organismo como la Junta Departamental o la
Junta Municipal, autorizar fondos del presupuesto, encargar la obra a algún
escultor amigo y luego realizar la inauguración en algún acto pomposo, con
discursos, cortes de cinta tricolor, bandas de músicos, coronas de flores, banderas,
himnos y aplausos.
Disponerse
a posar todos juntos para las cámaras frente a la nueva estatua, con algún
lustroso uniforme o con saco y corbata, una sonrisa amplia y ganarse un lugar
en el álbum de recuerdos de la posteridad.
Claro,
antes no había redes sociales en Internet ni grupos de wasap. La gente tampoco
entendía mucho de arte escultórico, y si quizás alguno percibía que la forma de
la estatua en cuestión no le parecía mucho a la imagen original del homenajeado
de la historia, el comentario quedaba en algún corrillo de vecinos o en la ronda
del tereré. ¿Quién era acaso el ciudadano común para osar cuestionar los
elevados criterios de las autoridades en materia de estatuas y monumentos?
Fue así
como los pueblos y ciudades del Paraguay se poblaron de imágenes en yeso o
cemento de soldados desconocidos a quienes nadie conocía, de próceres de la
Independencia que siempre tenían ropas vistosas y rostros diferentes, de héroes
militares de batallas montados a caballo haciendo equilibrismo con la espada en
ristre sobre moles de concreto. Nadie cuestionaba mucho con qué criterios se
había erigido la obra, ni cuánto había costado, ni si era realmente necesaria
para la comunidad.
Hasta
que, algo pasó. Un día muchos pobladores se dieron cuenta de que eso que habían
levantado allí en la plaza o el paseo central no era de su agrado… pero nadie
les había preguntado. Entonces descubrieron que tenían en sus manos una nueva herramienta
para manifestar su desagrado: el pequeño smartphone o teléfono celular con
conexión a Internet.
La estatua de Iturbe, que cambió tres veces de color de vestimenta. |
Iturbe, el prócer que cambió de colores.
Un
primer caso se dio en agosto de 2015, en la ciudad de Iturbe, departamento de
Guairá, donde empezaron a correr por las redes sociales en Internet unas
humorísticas imágenes o memes, que mostraban a la estatua del prócer de la
Independencia que da nombre a la localidad, Vicente Ignacio Iturbe, en tres
fotos distintas, pintadas con colores diferentes: de chaqueta blanca con cinto
amarillo, con chaqueta de color rojo y con chaqueta de color azul.
La
información que ilustraba cada foto resultaba hilarante: la estatua al
principio era de color blanco. Luego fue electo el intendente Darío Cabral, del
Partido Liberal, quien ordenó que le pinten una chaqueta de color azul. Cuando
Cabral renunció para buscar su reelección, fue designado en su reemplazo el
colorado Pánfilo Benítez, quien como primera acción de gobierno mandó pintar la
chaqueta de la estatua de Iturbe con el color de su partido. Nunca hubo una estatua
que se cambiara de ropa tantas veces.
La
pintoresca situación provocó una lluvia de burlas y de meses en los grupos de
mensajería instantánea y en las redes sociales en Internet, obligando a las
autoridades municipales a contratar a un experto que le diera el color
fidedigno, según la documentación histórica acerca de cómo eran realmente los
uniformes en la época del prócer Iturbe.
La estatua del soldadito con calzas en Escobar, que tuvo que volver a ser retirado ante las burlas. |
Un soldadito con calzas en Escobar.
El
siguiente episodio se dio en la ciudad de Escobar, en el Departamento de
Paraguarí, en junio de 2016.
En la plaza
principal del pueblo había una vieja estatua de homenaje al Soldado Desconocido
de la Guerra del Chaco contra Bolivia (1932-1935), que estaba bastante
deteriorada, por lo que el intendente municipal Elvio Ruiz Díaz decidió
encargar a un artesano de Areguá una nueva estatua, que planeaba ser inaugurada
el 12 de junio, Día de la Paz del Chaco. La obra tuvo un costo de 6 millones de
guaraníes.
El
historiador Fabián Chamorro pasaba por el lugar cuando vio la nueva estatua, le
tomó una foto y la publicó en su cuenta de la red social Facebook, con el
siguiente posteo: “Yo no soy artista,
tampoco entiendo de arte abstracto, me leí un libro para reconocer algunas
piezas de artistas del Renacimiento, nada más. Pero así como no soy un
entendido en la materia, tengo que decirles que lo de la foto es de muy mal
gusto”.
La foto
mostraba a una estatua muy poco lograda, con un soldadito que en lugar del
uniforme verde olivo llevaba una especie de calzas de color verde, lo cual lo
volvía muy poco varonil ante la esquematizada imagen que se tiene de los
guerreros militares.
El 12
de junio se hizo el acto de inauguración de la plaza, pero la estatua ya no
estaba. La habían retirado la noche anterior, mientras todos dormían, para no
llamar la atención.
El
intendente Ruiz Díaz explicó que la tuvieron que volver a sacar ante la
avalancha de críticas, y que estaban evaluando si van a reemplazarla por una
estatua mejor. “Vamos a evaluar. No vamos a hacer más por emoción las cosas con
el fin de mejorar”, aseguró.
Uno de los memes que circularon en las redes sociales en Internet. |
Encarnación: la estatua que solo duró dos
días.
Al
principio apareció un alto promontorio cubierto con una sábana blanca en el
paseo central de la avenida General Luis Irrazábal, en la intersección con la
avenida General Bernardino Caballero, en la entrada misma a la ciudad de
Encarnación, llegando por la Ruta VI.
Quienes
pasaban por el lugar bautizaron al extraño bulto blanco como “el fantasma de
Irrazábal”.
Finalmente,
en la noche del pasado jueves 29 de setiembre, aniversario de la Batalla de
Boquerón, el misterio fue develado. En un pomposo acto oficial celebrado en el mismo
lugar, con presencia de altas autoridades regionales y muchos invitados, el
intendente encarnaceno Luis Yd descorrió el velo blanco y realizó la
presentación en sociedad de la nueva estatua en honor al héroe sureño que da
nombre a la avenida que conduce hasta el puente internacional San Roque
González, que une a Encarnación con Posadas: el comandante Luis Irrazábal,
héroe de las batallas de Nanawa en la Guerra del Chaco.
Pero el
rostro que emergió desde abajo de la sábana blanca, con los proyectores que le
echaban sombras, no se parecía tanto al de un fantasma que se corporizaba, sino
para muchos era la representación de un popular personaje de juegos de Nintendo,
el recordado Mario Bros. En pocas horas, una colección de memes empezó a
circular por los grupos de wasap y por las redes sociales en Internet, con
demoledoras críticas a la estética de la obra escultural.
“¡Es Videla!”, escribió en Facebook el
historiador Fabián Chamorro, tras ver la foto de la nueva estatua.
“Miguel
Angel, Da Vinci y RodIn se estarán revolcando en sus tumbas”, comentó el
artista plástico Gustavo Rodríguez.
“Parece
esos payasitos para torta”, dictaminó Juan Kazlauzkas.
“Nosferatu
en uniforme”, calificó desde Alemania la paraguaya Cipriana von Stetten.
“Parece
un viejo decrépito disfrazado de militar, nada que ver con la trayectoria del
comandante Irra. En las esculturas se debe potenciar lo más bueno, bello o
interesante del modelo. Este parece un moribundo”, comparó la abogada
encarnacena María Primitiva Villalba.
Y el
conocido director de teatro José Luis Ardissone cuestionó a la Intendencia de
Encarnación “que acepta semejante mamarracho. Al escultor no le da el cuero,
pero a él lo contrataron e hizo lo mejor que pudo. Los brutos son los ediles y
el intendente que aceptan ese trabajo y lo exhiben groseramente”.
El
semanario regional La Prensa del Sur le dedicó un fuerte editorial en su última
edición, con el título: “Reivindican a un gran encarnaceno erigiendo una
ridícula estatua”.
Tras
relatar que un anterior monolito en homenaje al héroe había sido demolido por
una administración municipal del Partido Colorado, solo porque Irrazábal
pertenecía al Partido Liberal, elogió que el actual intendente Luis Yd haya
tomado la decisión de erigir la nueva estatua para rendirle un necesario
homenaje.
Solo
que “aquí se le pasó la mano al que ideó y preparó la estatua, pintándola de un
intenso azul, con pintura sintética brillante, como si con eso quisiera decirle
a los encarnacenos: ¡Vean y sientan que los liberales estamos en el poder municipal,
por eso pintamos el uniforme del general con el color del partido liberal!”,
destaca el editorial de La Prensa del Sur.
“Lamentablemente,
el intendente, en su incapacidad de trabajar con un equipo interdisciplinario
que lo asesore de una manera correcta, por su impulso incontrolable de aparecer
como el que sabe todo, comete gravísimos errores que sus directores mediocres
no le hacen ver. ¿Dónde está su directora de Cultura, el de Planificación, y
otros profesionales municipales, quienes deberían haberle dicho que una estatua
ya no se pone en las ciudades desde hace más de 150 años, menos con una figura
desproporcionada y pintarla?”, se pregunta.
En la
Intendencia encarnacena no aportaron datos sobre el autor de la obra, ni sobre
el costo que tuvo, pero en algunos medios encarnacenos se reveló que la estatua
fue encargada al conocido artista y educador pilarense Ramón Vázquez, conocido
por sus esculturas de aves y murales en las calles de la capital de Ñeembucú, y
que tuvo un costo de 13 millones de guaraníes, mientras la base de cemento
habría costado 30 millones, totalizando un costo de 43 millones por toda la
obra.
La estatua del general Irrazábal, cuando quedó nuevamente cubierta ante las burlas. |
La noche en que se llevaron otra vez a
Irrazábal.
Nacido
en Encarnación el 8 de agosto de 1891, Luis Irrazábal Barboza se hizo célebre
por organizar el Regimiento de Caballería 1 "Valois Rivarola", considerada
la más aguerrida unidad del arma en la Guerra del Chaco. Del 20 al 24 de enero
de 1933, resistió heroicamente la primera gran embestida boliviana sobre Nanawa
y en julio fue uno de los gestores de la gran victoria en la segunda batalla de
Nanawa.
A él lo
recuerda el poeta Emiliano R. Fernández, en su épica canción 13 Tuyuti: “Comando
Irrazábal, hendive Brizuela, mokoîve voi aña mbaraka”. Fue ascendido
póstumamente de coronel a general por un decreto del 2003. Es decir, el héroe
encarnaceno tiene sobrados méritos para tener una linda estatua al inicio de la
avenida que lleva su nombre en su ciudad natal.
Desde la
habilitación oficial en la noche del jueves y tras el vendaval de burlas, la
estatua de Irrazábal se volvió un nuevo punto de atracción turística. Numerosos
encarnacenos y visitantes acudieron a verlo y a tomarse fotos junto a la obra,
para luego compartirlas en las redes sociales, pero siempre con un tono de
chanzas.
El
impacto no se hizo esperar.
En la
tarde del sábado, un grupo de obreros municipales llegaron hasta el lugar y le
colocaron de nuevo una funda negra.
“¡Tranquilo…!
¡Ya lo mandamos tapar y vamos a hacer los arreglos necesarios para mejorar la
obra!”, nos dijo personalmente el propio intendente encarnaceno Luis Yd, durante
un casual encuentro que tuvimos en el mismo lugar.
En un
comunicado oficial que luego nos envió el intendente vía wasap, se explica:
“Por directiva del intendente Luis Yd, fue recubierta nuevamente la estatua del
general Luis Irrazábal Barboza, hasta tanto sean terminadas las obras en su
totalidad”.
“El
descubrimiento de la misma ha generado el rechazo generalizado de miles de
personas en las redes sociales, por los cuales Luis Yd, intendente de
Encarnación, ordenó cubrirlo nuevamente, hasta tanto concluyan las
terminaciones y la estética final en la imagen de la escultura”, destaca el comunicado.
Y
finalmente precisa que “el autor del mismo se comprometió a realizar las
modificaciones respectivas, teniendo en consideración las críticas al mismo”.
Mostrando
la habilidad de Yd en asumir los cuestionamientos de sus conciudadanos, el
texto concluye: “El intendente municipal agradece las críticas constructivas al
respecto”.
Pero la
historia no concluyó allí. En la madrugada del viernes 7 de octubre, buscando
no llamar la atención de los medios, una cuadrilla de obreros municipales
procedió a retirar de nuevo la estatua de Irrazábal, dejando en el lugar
solamente la mole de cemento que le servía de base.
La
versión es que el artista que lo diseñó le hará las correcciones estéticas
necesarias. Habrá que ver el resultado.
El retiro de la estatua en horas de la madrugada. (Imagen de Itapúa Noticias). |
Nueva forma de control ciudadano.
Las
pintorescas anécdotas sobre las estatuas dejan varias lecciones a tener en
cuenta. En primer lugar, una confirmación del gran poder de las redes sociales
en Internet, multiplicado por su impacto en los medios de comunicación, para
expresar el sentir de la población. Y no queda ninguna duda que cumple su
efecto político en las autoridades.
Por
otra parte, deja en claro que las autoridades y los miembros de la clase
política deben tener más en cuenta la opinión ciudadana a la horas de tomar
decisiones que tienen que ver con los espacios públicos, porque la gente ya no
permanece pasiva y reacciona cuando algo no le gusta. Así que, a tenerla en
cuenta…
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Andrés Colmán Gutiérrez es periodista, escritor, guionista. Integra
la redacción del diario Última Hora, en Asunción. Desde 2016 es docente de Periodismo de
Investigación en la carrera de Ciencias de la Comunicación, Facultad de
Filosofía y Ciencias Humanas, Universidad Católica Itapúa, donde coordina (y a
veces también escribe) la revista on line Karumbe Digital. Dice que es una muy
buena excusa para visitar la bella ciudad de Encarnación con mucha más frecuencia.
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