viernes, 5 de julio de 2019

Narcotráfico: El trasfondo de una historia de horror en Itapúa


La ciudadanía encarnacena quedó consternada ante un macabro hallazgo en pleno centro. La tragedia tuvo como víctima a un joven estudiante, encontrado muerto en la profundidad de una fosa, tras haber desaparecido por varios días. La sospecha de que el crimen fue un “ajuste de cuentas” entre mafiosos arroja la sombra del crimen organizado sobre una ciudad que hasta ahora se proyectaba como tranquila y segura, dedicada al turismo, a las playas y a los carnavales.

Por Lucas Toledo

Todo se inició cuando familiares del estudiante universitario Horacio David Alejandro Verón Báez (28) denunciaron ante la Policía Nacional la desaparición del joven el pasado sábado 27 de abril.
Horacio planeaba viajar el miércoles 24 a Asunción para participar de una manifestación ciudadana, pero desde esa fecha perdieron contacto con él y decidieron realizar la denuncia en la Comisaría Segunda de Encarnación.
La desesperación se apoderó de los parientes cuando agentes de la Comisaría 66 del barrio Itá Paso avisaron en la noche del jueves 25 que habían encontrado una motocicleta abandonada al costado de un bosque, en el barrio Los Arrabales. Se confirmó que la moto pertenecía a Horacio David.
“Tras la denuncia de la desaparición de este joven, impartimos orden de captura por la Red Penca de la Policía e inmediatamente nos avisaron que en la Comisaría 66 se encontraba depositada una motocicleta abandonada” nos dijo el suboficial de Policía Julio Cantero. Agregó que manejaban varias hipótesis sobre el caso, pero aún se encontraban en plena tarea investigativa.
Pasaron las horas y los días, y la desesperación era cada vez mayor entre los familiares, amigos y compañeros de Horacio. La mayoría de los medios de comunicación publicaban noticias sobre el caso y solicitaban cualquier dato acerca del joven estudiante. No faltaron personas que en las redes sociales en Internet postearon acerca de un supuesto hallazgo del cuerpo sin vida de del joven, el domingo 28, pero la esta información fue desmentida por la agente fiscal Lorena Catelvi, encargada de la investigación.
“Estamos siguiendo las pistas aportadas por los familiares de Horacio. Un ex compañero suyo afirma haberlo visto caminando por el centro de Encarnación, por esa razón decidimos verificar y dar seguimiento a las cámaras de seguridad del Sistema 911 de la Policía Nacional. De momento no tenemos información oficial sobre su hallazgo y descartamos las publicaciones de personas mal intencionadas” aclaró en su momento la agente fiscal.

El peor final para Horacio

En la tarde del lunes 29 de abril, agentes del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía y la agente fiscal Lorena Castelvi realizaron un allanamiento en el local comercial “Demi lavadero”, un lavadero de autos ubicado sobre la calle Carlos Antonio López, ante datos de que Horacio Verón estaría muerto en este lugar.
La comitiva fue recibida por un ciudadano brasileño de nombre Valdemir Borcato, propietario del lugar, quién tranquilamente acompañó a los agentes en el inicio de su recorrido, pero luego desapareció de manera bastante llamativa.
Durante la inspección del local, los agentes percibieron olores nauseabundos y decidieron verificar lo que parecía una fosa recientemente cubierta con arena, piedras y cemento. Tras la excavación, encontraron que allí estaba enterrado un cuerpo humano masculino en estado de putrefacción.
Al lugar acudió el médico forense y personal de la División de Criminalística de la Policía. El acceso al lavadero fue restringido a los periodistas de medios de comunicación y a los curiosos en general, incluyendo en un primer momento a familiares del jove desaparecido.
Luego de varias horas lograron sacar el cuerpo del interior de la fosa con la ayuda de maquinarias pesadas y allí la fiscal solicitó la presencia de los familiares de Horacio, para confirmar o descartar si se trataba del mismo. A través de sus tatuajes y su dentadura, los parientes confirmaron que efectivamente se trataba del estudiante desaparecido.


Críticas a la actuación policial

Varios cuestionamientos surgieron con respecto a la labor de los intervinientes en el allanamiento al Lavadero. En primer lugar, cuesta entender cómo es que los policías y los agentes de la Fiscalía, cuando ya contaban con fuertes sospechas de que el cuerpo de Horacio se hallaría en el local, permitieron que el principal sospechoso, Valdemir Borcato, logre huir tranquilamente.
Las dudas se agravaron con las declaraciones de la propia agente fiscal, Lorena Castelvi, quien reconoció: “Efectivamente, manejábamos la hipótesis de que el cuerpo de Horacio se encontraba en el interior del lavadero que allanamos”.
Tras las protestas de los familiares por haber dejado huir al principal sospechoso del asesinato, agentes de la Policía Nacional realizaron varios operativos en distintos barrios de Encarnación, Cambyreta y San Juan del Paraná, buscando dar con el paradero de Valdemir quién logró permanecer oculto por varias horas,
Cerca de las 2 de la madrugada del martes 30 de abril, efectivos de la Comisaría Primera ubicaron al brasileño en una calle de San Juan del Paraná, donde lo detuvieron y lo trasladaron hasta la sede policial.
“Manejábamos la información de que el sospechoso se encontraba refugiado en Arroyo Porä, de donde huyó a bordo de su vehículo que luego abandonó y se dirigió a San Juan del Paraná en donde logramos dar con él”, dijo el comisario Arnaldo Báez. El auto del brasileño fue hallado en inmediaciones del barrio Mboi Ka’e de Encarnación.
Se manejaba la versión de que el joven fue golpeado brutalmente por su agresor antes de ser enterrado en la fosa, pero luego de la autopsia se constató que el mismo tenía varios impactos de bala. El médico forense Pablo Lemir afirmó que la causa de su muerte fue “traumatismo cerebral producido por proyectiles de arma de fuego”. La víctima recibió seis impactos de bala y presentaba serios golpes, lo que demuestra que hubo mucho ensañamiento.
Más personas fueron detenidas en el caso. Se allanó un departamento en el circuito comercial de Encarnación y se arrestó a su propietario, Diego Méndez, primo de la víctima. Según el abogado Oscar Mayer, defensor Méndez, entre este y el brasileño procesado por homicidio existe un vínculo de amistad.
En otro procedimiento se allanó la casa de uno de los funcionarios del lavadero “Demi”, en el barrio Los Arrabales, donde se incautó una sábana manchada de sangre, documentos y una motocicleta robada. Un tercer allanamiento se realizó en el barrio Mboi Ka’e, en una vivienda cuyos ocupantes se fugaron antes de que llegue la policía, donde se encontraron documentos que podrían estar vinculados al principal sospechoso del asesinato. En total, por esta causa hubo ocho imputados, según la fiscala Castelvi.

El trasfondo del horroroso crimen.

Desde el Ministerio Público se manejan dos hipótesis en torno a este crimen que conmocionó a la población encarnacena.
Una de ellas es que la víctima se dedicaba a la usura. Horacio David Verón le habría prestado una suma de dinero a Valdemir Borcato, cuenta que tenía que pagar en mayo, pero no lo hizo, según lo referido por el abogado Oscar Mayer, abogado defensor de Diego Méndez, detenido como cómplice.
La otra hipótesis que se maneja es que el caso estaría relacionado a una red de narcotráfico.
Horacio David Verón cursaba la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Itapúa, era deportista y activaba en política, era bastante querido y tanto sus familiares como sus compañeros piden que el crimen se aclare totalmente.
Tras la detención de Diego Méndez, primo de Horacio, este fue imputado por homicidio en carácter de cómplice y remitido a la penitenciaria de Itapúa. En una entrevista lograda con la esposa de Diego, la misma aseguró que el brasileño Borcato y sus trabajadores “comían asado cerca del cadáver de Horacio”, indicando que el cuerpo del joven estudiante enterrado en la fosa permaneció varios días en el lavadero, mientras las actividades seguían con normalidad.
Durante una conversación con los vecinos del local donde se encontró el cuerpo enterrado, los vecinos se mostraron temerosos de brindar declaraciones por temor a represalias. Uno de los antiguos pobladores, dueño de un local comercial a escasos metros del lavadero, afirmó que en las últimas semanas advirtió movimientos sospechosos en el lugar, especialmente en horario nocturno.  “Desde aquí podía escuchar que ponían la música muy fuerte hasta altas horas de la noche, salían y entraban vehículos con vidrios polarizados oscuros, pero no sospechábamos lo que ocurría, si vimos que solían ingerir bebidas alcohólicas”, expresó el informante, quien por temor pidió reserva de su identidad.
En comparación con otras ciudades, Encarnación es considerada una ciudad tranquila, que mantiene un bajo promedio de criminalidad. Por ello, el asesinato del joven estudiante causó mucha conmoción y según expertos tiene el sello de cómo actúan grupos del crimen organizado.
Si bien las investigaciones están en curso, los primeros datos apuntan a que se trató de un ajuste de cuentas, algo característico de grupos mafiosos, ante el ensañamiento del o los autores hacia la víctima, quién según se presume llevaba una doble vida, ya que mientras cursaba una carrera universitaria y se involucraba en la actividad política y otras actividades sociales, también se relacionaba con personas del submundo criminal, como Valdemir Borcato, un hombre que cuenta con antecedentes por hechos violentos.
Una fuente del Ministerio Público nos reveló que Borcato, en su declaración testifical, admitió que en más de una ocasión había permitido a su amigo Diego Méndez (primo de la víctima y otro de los detenidos por el crimen) que pueda guardar sustancias prohibidas en el local del Lavadero, aunque dijo que desconocía que se hubiera cometido el asesinato.  Es una versión que refuerza la hipótesis de que el crimen se trató de un “ajuste de cuentas” por conflictos en una red de narcotráfico.
En esa misma tesitura, la mamá de Horacio, en la noche en que se desenterró el cuerpo del joven, le manifestó a un medio periodístico que el brasileño Valdemir Borcato le debía “plata sucia” a su hijo, y que esa deuda habría sido la principal causa del asesinato.
Los avances de la investigación permitirán confirmar o desmentir la presunción de que algunos grupos mafiosos vinculados al narcotráfico han decidido instalarse también en Encarnación, amenazando con romper la imagen de una ciudad hasta ahora asociada con la de una tranquila y apacible ciudad dedicada a las playas, el turismo y el carnaval.


El tráfico de drogas

El tráfico de drogas en Paraguay se ha convertido en una problemática que afecta directa e indirectamente a miles de personas, un flagelo que suma cientos de crímenes en el país, especialmente en zonas fronterizas, un mal difícil de combatir ya que están involucradas hasta personas que en teoría deberían de combatirla.
Si nos remontamos en la historia, podemos entender de qué manera se instala en nuestro país este flagelo, que rápidamente ganó terreno. Juan Manuel Salinas, periodista, escritor y realizador de audiovisuales, en el documental “Paraguay Droga y Banana” expone de qué manera la narco-política se instaló en el Paraguay de la mano de altos jefes militares en los años 60 y 70, en época de la dictadura stronista, entre ellos el general Andrés Rodríguez, quien según la versión se había asociado con el narcotraficante francés Auguste Ricord para transportar toneladas de heroína, cocaína y marihuana a mercados internacionales.
De este modo se inició un proceso en el que capos narcos, principalmente extranjeros se instalaron en las estratégicas regiones fronterizas para dirigir una red de tráfico en gran escala. La ciudad de Pedro Juan Caballero, conocida como “la terraza del país” en la zona de Amambay, se convirtió en una de las zonas más violentas, con un alto índice de crímenes que tienen casi siempre el mismo trasfondo: el narcotráfico.
Juan Manuel Salinas resalta que la mayoría de los jefes narcos son de nacionalidad brasileña, que contratan a paraguayos para que se encarguen del cultivo y procesamiento de la marihuana local, considerada una de las puras del continente. Las autoridades en estas zonas no toman acciones necesarias para combatir a los narcotraficantes. Por el contrario, en muchos casos son sus aliados y hasta algunos periodistas locales reciben sumas de dinero para no publicar denuncias según Salinas, por esta razón cada semana se sigue escuchando noticias de crímenes por ajustes de cuentas.
Y por casa, ¿cómo andamos? Encarnación es otra de las ciudades en donde este flagelo está ganando terreno, sin que las autoridades encargadas de investigar y castigar a personas que se dedican a la actividad ilícita hagan mucho para reducir las estadísticas, que se vuelven cada vez más alarmantes.
Según datos que recabamos, cada vez más personas de entre 13 a 40 años de edad incursionan en el oscuro mundo de las drogas, algunas como consumidores y otras como distribuidores, encargadas de hacer llegar las sustancias prohibidas a los “clientes" quienes abonan importantes sumas de dinero por pequeñas dosis de crack, cocaína o marihuana. Estos distribuidores rinden cuenta a sus “jefes”, quienes al final son los que se enriquecen con el oscuro negocio. Las drogas ya han llegado a escuelas, colegios y universidades de la capital departamental de Itapúa, constituyendo una grave problemática.
En el 2019 se encendió aún más la alarma entre los padres de familias y docentes, debido a que, en poder de alumnos de varias escuelas y colegios, públicos y privados, se han encontrado dosis de marihuana que los estudiantes tenían para su consumo.
En menos de una semana fueron tres los casos de hallazgos de estupefacientes en poder de alumnos, lo que revela que las drogas ilícitas circulan activamente en el ámbito educativo. Uno de los casos tuvo lugar en el Colegio El Principito, en donde, en poder de dos alumnos menores de 15 años se halló 1,3 gramos de mariguana. Otra situación se detectó en el Colegio San Roque. en donde se detuvo al cantinero de la institución por traficar droga en el recinto educativo. Además, el colegio San Isidro fue intervenido por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que encontraron varios tocos de marihuana en poder de dos menores de 14 años.
A pesar de las denuncias, los casos no disminuyeron, ya que pocos días después el Colegio Kennedy también fue escenario de una situación similar, un alumno fue sorprendido con drogas en su poder, revelando que los distribuidores seguían operando tranquilamente. Los colegios afectados emitieron comunicados para exigir a las autoridades que se lleguen a los focos de distribución y se aumentaron los controles en cada institución.
Las autoridades del Ministerio Público y la Senad realizaron un seguimiento minucioso para llegar hasta uno de los focos de distribución, hasta allanar un departamento ubicado en pleno centro de Encarnación, en donde dos personas fueron detenidas con una gran cantidad de drogas, desde éxtasis hasta marihuana, listas para su venta al menudeo. Lo llamativos es que los micro-traficantes operaban cerca de al menos siete locales de instituciones educativas.
Pero el hecho que marcó un antes y un después en la región fue el brutal asesinato del joven universitario Horacio David Verón. Un asesinato con tanto horror y ensañamiento, de los que solo se tenía noticia en localidades remotas como la frontera de Amambay, fue interpretado como el signo de que los brutales métodos de las mafias del narcotráfico también han llegado a la capital de Itapúa.
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Lucas Toledo es estudiante del cuarto año de Ciencias de la Comunicación con énfasis en Periodismo, de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Católica de Encarnación. Es reportero especializado en cobertura policial del canal SUR TV en Encarnación y corresponsal del Sistema Nacional de Televisión (SNT). En sus ratos libres le gusta jugar al fútbol y leer.


La fase oculta del auge de la nueva economía en Yuty



Por Pamela Díaz

Es un secreto a voces, es el típico “todos saben”, pero nadie se anima a emitir comentario alguno, tal vez por temor, tal vez por ignorancia. Prácticamente, ningún ciudadano prefiere abordar como tema de conversación el narcotráfico. Cuando se le menciona dicha cuestión, el interlocutor permanece pensando en una posible respuesta durante unos segundos. Es de público conocimiento para cualquier poblador llegar a afirmar algo "indebido" podría, eventualmente, causarle alguna represalia. De allí es que surgen las "mordazas" voluntarias.
El distrito de Yuty, en el Departamento de Caazapá, una región antigua, fundada hace más de 400 años y por ende bastante tradicionalista, es lamentablemente el ejemplo de un pueblo que, a pesar de ser sabio y humilde creyente en un ser superior, parte de él puede llegar a ser seducido por el billete fácil.
Existen cientos de emprendedores en la zona, quienes han crecido paulatinamente a lo largo de estos años, y que han demostrado que, con esfuerzo y perseverancia, utilizando estrategias comerciales, se puede llegar a buen puerto.
Sin embargo, la otra cara de la moneda la constituye una situación altamente minada por el fenómeno del narcotráfico. Si bien es algo conocido por todos, aún se mantiene en la oscuridad. Al ser un hecho ilegal, y al beneficiarse económicamente de él parte de la población, se da la creación de lo que se conoce como “la espiral del silencio”. 
Esta trata de una teoría de ciencias políticas y comunicación acuñada por la politóloga alemana, Elisabeth Noelle-Neumann, en el año 1977, en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social. En él estudia la manera en la que la opinión pública funciona como forma de control social, donde los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes. 


Según declaraciones del actual jefe de la comisaría Segunda de Yuty, comisario principal Derlis Melgarejo son muy pocas las incautaciones de droga realizadas en la zona. En su dependencia existe apenas un caso registrado, el cual se trató de una pequeñísima plantación de supuesta marihuana hallada en el asentamiento 26 de diciembre, en el patio trasero de una vivienda, a finales del último año. 
Por otro lado, la aprehensión de un funcionario del Ministerio Público de Yuty, a principios del mes de marzo del año 2018, a la altura de la ciudad de Coronel Bogado, cuando éste se encontraba transportando cerca de 417 kilos de marihuana prensada en su vehículo particular, afirma nuevamente la influencia enorme que ejercen las organizaciones criminales sobre la zona caazapeña. (Última Hora, 2018)
En una cápsula informativa contenida en el sitio web del Ministerio Público, que relata la imputación y medida preventiva de seguridad que recibiría, en aquel entonces, el sujeto al cual se hizo alusión en las líneas anteriores; se observa, además, la información manejada por la justicia acerca de que la droga presumiblemente tendría origen en el Distrito "3 de mayo", aledaño al distrito de Yuty. (Ministerio Público, 2018)
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), institución encargada de combatir el tráfico ilegal de estupefacientes y drogas peligrosas, estipulada en la ley 1340/88, modificada por la ley 1881/02 y ubicada en el Código Penal del derecho positivo paraguayo, en el último año presentó lo que se ha denominado el Anuario 2018, donde se expone que del narcotráfico a gran escala, ubicado mayormente en las fronteras, se desprende el microtráfico, otro fenómeno importante que afecta a la sociedad y que consiste en la venta al menudeo de marihuana, cocaína, crack, LSD, pastillas de éxtasis, entre otros. (SENAD, 2018) (LEY 1340/88).


Por último, pero no menos importante, cabe señalar la destrucción de cerca de 13 mil kilos de marihuana hallada en diferentes formas, dentro del Parque Nacional de Caazapá, ubicado en el Departamento de Caazapá, en su límite con el Departamento de Itapúa; por parte de agentes especiales de la SENAD, esta información también trascendió en los medios periodísticos. (SENAD - ITAPÚA, 2019) (SUR Televisión, 2019)
Estos descubrimientos realizados en la zona genera un impacto de consideración y sirve mínimamente para sostener el planteamiento de que este negocio ilícito se encuentra en constante aumento,  tanto su producción, como su acopio y comercialización, desde un punto geográfico hasta otro, desde los principales distribuidores en los centros urbanos, hasta el mercado extranjero, son los principales escenarios donde se desarrollan las transacciones de los productos, y genera un circulante de dinero importante para la región, mitigando en cierta medida la ausencia de políticas públicas eficientes por parte del gobierno. (SENAD, 2018)


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Pamela Díaz es estudiante del cuarto año de la carrera Ciencias de la Comunicación, con énfasis en Periodismo, en la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, de la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción" Campus Itapúa. Se siente interesada por la producción de contenidos y todo lo referente a los medios de comunicación. En sus ratos libres observa contenidos digitales en la plataforma YouTube. Le gusta la historia, la filosofía, y las ciencias relacionadas a la comunicación; asimismo, las artes, la interpretación musical y la actuación teatral y televisiva.

Hacinamiento y maltratos en un centro penitenciario que no busca la rehabilitación



El Centro de Rehabilitación Social (CERESO), el principal establecimiento penitenciario del Departamento de Itapúa, de "rehabilitación" solo tiene el nombre. Hay 1.371 personas presas en un lugar cuya capacidad ha sido concebida para alojar apenas a 939 personas. El CERESO forma parte de una situación crítica en que se encuentran la mayoría de las cárceles del país, superpobladas, con su población hacinada y sometida a maltratos inhumanos.

Por Marcos Fernández Correa


En el Centro de Rehabilitación Social (CERESO), el principal establecimiento penitenciario del Departamento de Itapúa, hay 1.371 personas presas en un lugar cuya capacidad ha sido concebida para alojar apenas a 939 personas, como máximo. Esta superpoblación, que también se sufre en otras cárceles del país, ya pueda dar una idea de las condiciones de hacinamiento y precariedad en que deben sobrevivir quienes han sido privado de su libertad.
El CERESO se encuentra ubicado en el distrito de Cambyretá. Su población penal es del 146%, según los datos oficiales del Ministerio de Justicia, mientras el Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura (MNP), organismo encargado de fiscalizar la situación en las cárceles, menciona en su último informe que la población ha llegado incluso hasta el 323%.
La principal cárcel de Itapúa es considerada una penitenciaría de seguridad media, destinada a la reclusión de personas procesadas y condenadas por delitos, aunque es mucho mayor el porcentaje de presos que aún no reciben condenas, mostrando el grave problema de la mora judicial y sus efectos en el sistema penitenciario.
Las celdas del CERESO han alojado a connotados reos, como aquellos que forman parte de la famosa organización criminal brasileña Primer Comando de Capital, dedicada principalmente a operaciones de narcotráfico, como a grandes asaltos y otros crímenes, incluyendo el tráfico de armas. Hasta el lugar también ha llegado René Hosfstetter, condenado a 12 años de cárcel por el asesinato del hijo del exdiputado Luis Felipe Villamayor, un caso con mucha resonancia mediática.
Al recorrer las instalaciones del CERESO podemos notar que allí no existe ningún criterio legal ni racional en la distribución de reclusos en los diversos pabellones. Tampoco existe una debida separación de los condenados y de los procesados, pero si resulta claro que algunos presos de mayor poder e influencia gozan de todo tipo de privilegios, mientras otros con menos recursos se deben conformar en subsistir de manera muy precaria, rodeados del muro perimetral de la cárcel. 
Los menos favorecidos, que conforman la mayoría, son principalmente aquellas personas que ingresan sin tener absolutamente nada. En muchos casos son personas que han cometido hechos punibles graves y que han llegado a la prisión sin tener idea de cómo afrontar esa dura nueva vida dentro del penal, en un lugar en donde el respeto a los derechos humanos está muy lejos de cumplirse según establecen las leyes y convenios internacionales.
Particularmente, el CERESO forma parte de una situación crítica en que se encuentran la mayoría de las cárceles del país, superpobladas, con su población hacinada y sometida a maltratos inhumanos.
Los datos obtenidos del Sistema de Información Penitenciaria del Paraguay (SPPY) destacan que entre los hechos punibles cometidos con mayor frecuencia en nuestro país los encabeza el de robo agravado, ya que 3.047 personas se encuentran privadas de su libertad por esta causa. En segundo plano se encuentra el delito de homicidio doloso, con un total de 1.667 personas recluidas y en tercer lugar los casos de violencia familiar con 1.310 internos.
A ellos se suman los recluidos por hurto agravado, que suman 1.270 y los reos por abuso sexual en niños, que ascienden a 702. Las estadísticas continúan con 433 presos por tenencia sin autorización de estupefacientes, 431 por tentativa de homicidio doloso y 408 por tenencia y comercialización de estupefacientes.
La población total de presos en las cárceles del país es de 16.703 a principios de junio de 2019, de los cuales solo el 23% posee una condena firme, mientras el 77% aún se encuentra en la etapa de procesados.
Al recorrer las instalaciones del CERESO, uno percibe claramente que a pesar de llamarse “Centro de Rehabilitación Social”, la rehabilitación de quienes han delinquido ante la sociedad es lo que menos ocurre en ese lugar.
La Constitución Nacional, en su artículo 20, dispone que la pena que se impone desde la Justicia a alguien que ha cometido un delito tiene como fin la rehabilitación del infractor de la ley. Igualmente, la Ley 210/70 del Régimen Penitenciario, en su artículo 3°, alude a que el tratamiento penitenciario debe ser integral con miras a la readaptación social del interno y en sus artículos 86 y 87 cita la necesidad de brindar a las personas que obtienen su libertad un tratamiento pos penitenciario.
En la principal cárcel de Itapúa no se da este proceso. En cuanto a las instituciones civiles que ayudan a realizar programas de rehabilitación social, ajenas a la penitenciaria, solo en unos de los bloques está permitido contribuir con este tipo de ayuda.
El CERESO, de “rehabilitación social” solamente tiene el nombre.


Takuara’i, un caso de violencia e injusticia contra los indígenas


Por Brígido Bogado

El caso de la comunidad indígena ava guaraní de Takuaraí es emblemático, es como un espejo de lo que sucede cuando hay conflicto de tierra.
Esta problemática se da generalmente entre los poderosos y los pobres, entre los grandes agro-exportadores y los indígenas, entre indígenas y campesinos. Cuando ocurren estos hechos hay quema de casas, atropellos, amedrentamientos, traslado forzoso de los indígenas de sus tierras (siempre lleva la peor parte el indígena) y hasta asesinatos por parte de los empresarios extranjeros que suelen ser en su mayoría brasileños y estos cometen los delitos en generalidad con la complicidad de las autoridades -quienes deberían velar por el cumplimiento de las leyes, pero cuando hay dinero de por medio, las leyes pasan a segundo plano-.
Takuara’i es una comunidad de los ava auaraní, en el departamento de Canindeyú, distrito de Corpus Cristi, cuyos miembros han sido desalojados de sus tierras. Supuestamente el dueño es el brasilero Favio Sequeira, empresario brasilero, quien dice poseer título de propiedad. Este señor se dedica al cultivo de soja, es una persona que ya venía buscando distintas maneras de hacer que los indígenas abandonen el lugar, tratando de darles miedo con disparos al aire sobre sus cabezas, pero los indígenas no se dejaron amedrentar, ellos decían que estaban dispuestos a morir el lugar.


Compartimos a continuación un memo sobre los sucesos más dramáticos de este conflicto:

* Takuarai, 11 de noviembre de 2018 – 04:00 hs. de la madrugada
Un grupo de personas ataca a los miembros de la comunidad. Son brasileros y otros empleados, encabezados por el empresario Fabio Sequeira, quien es sospechado por haber ejecutado al estudiante Isidoro Barrios, un estudiante indígena, por el supuesto hecho de exigir la restitución de las tierras. Hasta ahora no se ha encontrado el cuerpo de Isidoro, continua desaparecido. 
El ataque es para arrebatarles a los indígenas de sus tierras ancestrales. Niños, mujeres, ancianos son mantenidos de rehén y torturados, mientras otros corrieron hacia el monte. Usaban expresiones como “¡vamos a dar morte a voces! ¡Les vamos a dar plomo, indígenas haraganes!".
Posteriormente, algunas mujeres que se animaron se acercaron hasta la sede policial de la cercanía, para hacer la denuncia; pero sospechosamente ningún policía se encontraba en el lugar.

*Es evidente que hubo un entendimiento entre las autoridades del lugar y los empresarios brasileros para despojar a los indígenas de sus tierras ancestrales, para la producción de la soja y otros monocultivos.

*Después de estos hechos, los indígenas deciden venir a la capital para reclamar sus derechos, ya en ese lugar no tienen ninguna esperanza.

*En Asunción se instalan en un precario campamento en las plazas del Congreso, donde es asesinado Francisco López, el hermano del líder de la comunidad de Takuara'i, Derlis López, en un confuso hecho. Al parecer querían asesinar a Derlis López.

*Posterior a esto es detenido Derlis López, el principal líder, acusado de coacción y es derivado a la  cárcel de Coronel Oviedo. Luego de la intervención del Defensor del Pueblo se logra convertir la orden judicial en una prisión domiciliaria, que es cumplida en otro lugar, al no poseer domicilio esta persona.

*Según la presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Ana María Allen, el retorno a las tierras ancestrales de Takuara'i ya es imposible, pues el terreno ya pertenece a los empresarios brasileros.

*Según las hermanas religiosas de la congregación Siervas del Espíritu Santo, Ángela Balbuena y Mary Blanca Verón, que llevan décadas trabajando con los
Ava Guaraní, hay documentos que confirman que las tierras deTakuara’i pertenecen históricamente a los indígenas, desmintiendo a la presidenta del Indi, Ana María Allen, quien asegura que en la zona no hay vestigios de haber existido antes alguna comunidad indígena. Las hermanas sostiene que el Instituto de Bienestar Rural (IBR, actual) en el año, 1980 había asegurado 1.000 hectáreas para la comunidad en ese mismo lugar.


Falta de voluntad política.

Entre todos los casos relacionados a la cuestión de la tierra de los pueblos indígenas, muy pocos han tenido resultados positivos.
La mayoría de los conflictos llevan mucho tiempo para resolverse, porque por un lado no hay voluntad política de parte de las autoridades de turno, en la cuestión se recurre mucho a dilataciones y a las chicanerías judiciales, porque siempre están de por medio los intereses de los poderosos.
Es muy difícil hacer valer los derechos de una la minoría, ya que de la población total del Paraguay los pueblos indígenas son solo el 2%. Aunque sus derechos están reconocidos por la Constitución Nacional y por otros acuerdos internacionales ratificados, casi siempre los pueblos indígenas han llevado las de perder.
El caso de Takuara’i es apenas uno más entre muchos otros casos, solo que este tuvo mucha repercusión mediática.
Hace algunos meses, el Gobierno les ha prometido darles una solución, mientras los trasladaban a otra comunidad cercana del lugar. La promesa fue que se iba a solucionar en 30 días, eso fue el 24 de marzo, pero hasta hoy (junio de 2019) no hay solución.
Los miembros de la comunidad de Takuara’i piensan seriamente regresar a Asunción a instalarse nuevamente en la Plaza frente al Congreso, para seguir reclamando.
Aquí cabe preguntarse: ¿Que se puede hacer ante esta situación? ¿Cómo o qué hacer para que puedan tener más fuerza los pueblos indígenas en sus reclamos? Solamente con la unión con los distintos sectores y la solidaridad hacia quienes más necesitan, se puede hacer algo. Es hora de que toda la sociedad paraguaya se ponga las pilas y acompañe los reclamos históricos que los pueblos indígenas vienen haciendo. Hay deudas históricas del Paraguay con las naciones aborígenes del país, que nunca han sido pagadas.
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Brígido Bogado es docente, escritor y poeta indígena guaraní, miembro de la Comunidad Indígena Pindó de San Cosme y Damián. Ha publicado varios libros de poesía. Es miembro de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP). Estudia la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Itapúa, en Encarnación, hasta donde se traslada desde su comunidad para asistir a clases.

Paraguay libra otra batalla ante los efectos de la inundación


Con los efectos de la inundación, el Paraguay nuevamente esta en medio de una guerra, pero esta vez es la guerra del pueblo en contra del hambre, la pobreza y por sobre todo ante la ineficacia del Estado. Duele ver a los pueblos de un país de gente fuerte, inundada en la zozobra, en la angustia, en el miedo de volver a perder esta batalla. Duele ver como el futuro del país está en manos de personas que buscan su propio bienestar, mientras que muchos niños padecen necesidades y hasta mueren de hambre.

Por Tamara Dietze Reckziegel 

Ilaria Martinez tiene 56 años, es una mujer que presenta múltiples enfermedades, vive con una sonda por donde ingiere alimentos líquidos y depende de una bolsa, ya que no posee fuentes económicas que le permitan dializarse.
Actualmente reside en el refugio para damnificados "Polideportivo Félix López’" de la ciudad de Pilar, Departamento de Ñeembucú, pasando muchas necesidades básicas, y compartiendo el albergue con dos de sus hijas, sus parejas y sus nietos. Tienen solo cuatro colchones y en ellos descansan.
En una entrevista que le realizamos, ella habló de sus necesidades y con lágrimas en los ojos relató el momento en que las débiles paredes de su hogar fueron arrolladas por las furiosas aguas del rio Paraná. Aunque intentaron rescatar algunas cosas del hogar no pudieron hacer mucho. Contaban con un pequeño gallinero y con algunos cerditos que les servían para mantenerse, pero todo fue arrastrado por las aguas. Hoy solo les queda la ayuda de las personas de buen corazón, dependiendo de la solidaridad para conseguir medicamentos, ropas y sobre todo el pan de cada día
"La situación en Pilar se torna cada vez más compleja, la economía está parada y la ciudadanía se empieza a desesperar, no creemos que ocurran saqueos a los locales comerciales, pero viendo la necesidad de víveres tememos a que esto ocurra" nos dijo el senador Víctor Ríos en una entrevista, resaltando la inoperancia de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y la falta de participación real de los medios de comunicación nacionales en el lugar.
"No te quiero decir nombres, pero vino gente de la prensa, solo que se fueron a parar directamente a la Municipalidad y de ahí se les llevó a una pista comercial en donde se guardan los alimentos que llegan a la SEN, sacaron unas cuantas fotos y se mandaron mudar, no preguntaron si esos víveres son entregados, si se quedan ahí a pudrirse o si son llevados para su venta en la Argentina" expresó el legislador.
  

El día a día del damnificado paraguayo

Anuncia Romero relató cómo son entregadas las provistas: "Traen paquetes con dos kilos de arroz, dos vaka’i (latas de carne en conserva), una lata de choclo, una lata de arveja, un paquete de jugo de 8 litros y capaz un kilo de harina si tenemos suerte, y de eso debemos hacer olla popular y comer entre 10 personas por una semana por ahí, pero eso no alcanza ni para dos días".
Las lágrimas no tardaban en caer cuando hablaba de como perdieron algunos sus pequeñas granjas y plantaciones.
Los niños no pueden seguir estudiando, ya que las escuelas de los barrios damnificados dejaron de funcionar. En una conversación con la madre de uno de los niños perjudicados, ella relató cómo solo son beneficiados los pobladores de lugares en donde los "colo’o" (miembros del Partido Colorado, oficialista) meten la mano: "Ya empezaron a hablarnos de las ventajas que podemos tener si es que nos afiliamos (al partido), juegan con la dignidad de la gente, saben pues que nuestros hijos tienen hambre y frío".


¿Hay intereses creados en las zonas damnificadas por las inundaciones?

Los damnificados aseguran haber visto a miembros de la SEN, en conjunto con funcionarios municipales, llevando víveres y ropas en canoas y avionetas. Además, denunciaron el mal uso de las bombas de agua, las cuales por razones obvias no dan abasto en toda la ciudad.
Lo que llama la atención es que las bombas fueron retiradas de las zonas costeras del Río Paraná, en donde se ubican varios barrios que están totalmente bajo agua y es lo que alarma a los pobladores del lugar, quienes el día viernes 17 de mayo tuvieron que rodear una de las moto-bombas para que no se las llevaran, fueron amenazados con armas de fuego y sacados a la fuerza del lugar por militares que venían acompañados de funcionarios de la SEN.
Las barcazas que están paradas al otro lado del río pertenecen en su mayoría a grupos empresariales con gran poder económico en el país, lo que hace suponer que se busca la descongestión fluvial en esos lugares, dejando absolutamente de lado la necesidad del pueblo paraguayo.
La deplorable situación en cuanto a la falta de medicamentos y jeringas en los centros de salud y hospitales públicos también llama la atención, ya que los pobladores manejan la información de que fueron donados varios artículos de salud, pero los mismos no fueron utilizados hasta el momento, ya que cuando pacientes deben nebulizarse no se cuenta con los aparatos correspondientes, según enfermeros. Por ello. muchos recurren a la Argentina, arriesgándose a cruzar el río y pasar por las caudalosas y enfurecidas aguas para acceder a un puesto de salud.
Con los efectos de la inundación, el Paraguay nuevamente esta en medio de una guerra, pero esta vez es la guerra del pueblo en contra del hambre, la pobreza y por sobre todo ante la ineficacia del Estado. Duele ver a los pueblos de un país de gente fuerte, inundada en la zozobra, en la angustia, en el miedo de volver a perder esta batalla. Duele ver como el futuro del país está en manos de personas que buscan su propio bienestar, mientras que muchos niños padecen necesidades y hasta mueren de hambre.
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Tamara Pamela Dietze Reckziegel nació el 1 de mayo de 1997 en la ciudad de Hohenau. Sus estudios primarios y secundarios los cursó en el Colegio Privado del Internado Evangélico de la misma ciudad. Estudió violín, guitarra y lenguaje musical en el Conservatorio de Música Concordia. Actualmente cursa el cuarto año de la carrera de Ciencias de la Comunicación.